- 9 mins
Todos los pasajeros de nuestro programa All Inclusive, que nos visitan desde Punta Arenas, tendrán la oportunidad de conocer nuestra Estancia Cerro Negro, un lugar maravilloso dedicado a rescatar la tradición y la historia de la familia Kusanovic, así como las antiguas costumbres que forman parte de la cultura local. Una de las actividades destacadas es el pastoreo de ovejas, las que son esquiladas cada temporada para aprovechar su lana. Este trabajo solo es posible gracias al compromiso de los estancieros y sus fieles acompañantes, los perros Barbuchos, de los cuales hablaremos en esta ocasión.
Los perros ovejeros de la Patagonia
Pero partamos por lo más importante, ¿qué son los perros Barbuchos? Para quienes no estén familiarizados con esta raza, el Barbucho u ovejero magallánico es un perro de pelo largo, especialmente en las mejillas, lo que le da la apariencia de tener una barba, de ahí su nombre. Su tamaño es mediano y posee un cuerpo alargado, su pelaje es grueso, orejas caídas y a veces puede tener tonos jaspeados con colores grises, marrones, blancos, negros y algunas manchas.
Anteriormente, hemos hablado de los perros Maremma, quienes también cumplen un rol importante en la Patagonia, pero hay diferencias entre ambas razas y el rol que cumplen. El Barbucho, es un animal dedicado al acompañamiento y apoyo del pastor en el traslado de ovejas, mientras que el Maremma o el gran Pirineo, es un can enfocado más en la protección de las ovejas ante posibles depredadores, como el puma.
La crianza de los Barbuchos en Cerro Negro
Ninoska Kusanovic Olate, quien actualmente trabajo junto a su familia en Cerro Negro, han criado y cuidado a Barbuchos en la estancia durante generaciones. La historia de su familia fue construida desde la actividad ganadera en la Región de Magallanes, y esta no podía prescindir del acompañamiento y apoyo de los perros pastores.
Ninoska relata que, debido a la baja conectividad de Magallanes con otras zonas urbanas de la macrozona, la región experimentó una piscina genética en cuanto a la cruza de perros. En el pasado, los estancieros que buscaban trabajadores para cuidar sus ovejas exigían que quienes postulaban al empleo tuvieran un perro. Esto llevó a que los cuidadores de ovejas comenzaran a aparear sus animales para reforzar las características que los convertían en excelentes pastores.
Gracias a la mezcla de diversas razas antiguas de perros, surgió lo que hoy conocemos como el Barbucho Magallánico, un perro 100% especializado en el trabajo de campo. Un animal que tiene una mayor resistencia al clima extremo y posee el instinto primordial que debe tener un perro de trabajo: la habilidad de manejar un piño de ovejas o una manada de vacas con destreza.
¿Cómo se entrenan a los perros Barbuchos?
Tal como hemos comentado anteriormente, la familia Kusanovic ha desarrollado la crianza de perros Barbuchos durante generaciones, inclusive desde los años en que Antonio Kusanovic Jersic, bisabuelo de Ninoska, se dedicaba a trabajar con los animales.
Cada dueño debe entrenar a su perro. La idea es que el perro sepa entender directrices por parte de su amo y que se forme un lazo entre ambos y el animal desarrolle el instinto de preservación del piño de ovejas. Es por esta razón que el entrenamiento del can comienza desde temprana edad y a los 4 meses ya se le deja acompañando a las ovejas, para que reconozca a los ovinos como parte de su manada desde su etapa de cachorro. Luego, desde los 9 meses, el animal comienza a acompañar a su amo en las labores, tales como trasladar al piño, seguir a su amo a caballo y otras actividades.
Una de las claves del entrenamiento de los nuevos perros es la compañía de un perro experimentado, para que el cachorro pueda emular el trabajo a través del ejemplo de este animal mayor.
Los Barbuchos hoy en día en Cerro Negro
Actualmente, existen cuatro Barbuchos en la estancia, los que son acompañados por otros 6 canes que son variedades de este tipo. Ninoska, junto a su padre, Mauricio Kusanovic Marusic, siguen la tradición que fue traspasada por su abuelo, Antonio Kusanovic Senkovic.
Algunos pasajeros al llegar a Cerro Negro pueden explorar este lugar y ser acompañados por estos cariñosos perros, tales como Palo, que fue criado por Mauricio Kusanovic y es uno de los animales más dóciles y gentiles que existen en la estancia. Si lo tuyo son los animales tales como los perros, pasarás gran parte de tu visita a Cerro Negro disfrutando de su compañía y la camaradería que surge entre el animal y su amo.
Cuando realices tu reserva y desees visitar Cerro Negro para conocer a los perros Barbuchos, ten en cuenta que tu llegada a la región debe ser a través de Punta Arenas. El traslado en van desde esta ciudad pasa por la estancia, lo que te permitirá disfrutar de la experiencia. Por otro lado, la ciudad de Puerto Natales está más cerca del parque que de Cerro Negro, por lo que los viajes desde ahí no incluyen esta parada.
Te invitamos a revisar tu agenda y comenzar tu experiencia All Inclusive en Torres del Paine con una visita a Cerro Negro. Podrás ver a nuestros perros en acción, aprender sobre la esquila de ovejas y aprender sobre cómo la familia Kusanovic comenzó a escribir su historia en Magallanes. ¡La Patagonia te espera!
