La Patagonia es un lugar de profunda riqueza natural, con maravillosos paisajes que también atesoran una valiosa herencia cultural que se remonta a cientos de años en el pasado. Aquí, los primeros habitantes de estas tierras forjaron su historia y aprendieron a coexistir armónicamente con los diversos elementos que se extendían por las pampas, los bosques y los ríos. Su legado vive hasta hoy en distintos aspectos, por ejemplo, la palabra "Paine", que da nombre al macizo, significa “azul” y proviene del idioma de los aonikenk.
En este artículo te invitamos a un apasionante viaje a través del tiempo para explorar a los protagonistas de la Patagonia ancestral. Descubre las increíbles historias de aquellos valientes que desafiaron la naturaleza hostil y recorrieron cada rincón de esta asombrosa región, dejando un legado que aún perdura en la actualidad. Prepárate para conocer más acerca de los selknam, los kawésqar, los yaganes y los aonikenk: héroes de la Patagonia antigua.
AONIKENK: LOS GIGANTES DE LA PATAGONIA
El término "aonikenk" viene de la castellanización del nombre que se dan a sí mismos, aonek'enk, "gente del sur". También fueron conocidos como tehuelches, concepto que viene del mapudungun, cuyo significado es “gente brava” o “gente de tierra estéril”.
Se organizaban en bandas de cazadores-recolectores y eran una sociedad básicamente igualitaria que se desplazaba a pie por los extensos territorios situados entre el río Santa Cruz y el Estrecho de Magallanes, donde cazaban guanacos, ñandúes y otros animales comestibles.
Cuando los europeos tuvieron el primer contacto con estos pueblos, les llamó la atención su altura y corpulencia, por lo que fueron bautizados por los extranjeros como “patagones”.
Sus creencias religiosas eran más sencillas en comparación a las cosmovisiones de sus pares en el territorio. En su visión del mundo, los aonikenk concebían un plano terrenal como un espacio en el que actuaban espíritus buenos causantes de alegrías y espíritus malos que provocaban daños y enfermedades.
KAWÉSQAR: MAESTROS CANOEROS
Kawésqar deriva del concepto de “hombres de piel y hueso”, mientras que Alacalufe, otro nombre por el cual fueron conocidos, era el término empleado para describirlos en relación con su “hallef”, la canoa.
Estos expertos navegantes de la Patagonia recorrían las costas en búsqueda de mariscos o lugares donde cazar lobos marinos o huemules, instalaban sus campamentos en la costa y sus chozas estaban compuestas con armazones de ramas cubiertas de cuero de lobo. Se agrupaban en pequeñas bandas y solo se reunían con ocasión de una ballena varada o de alguna caza excepcionalmente abundante. La grasa animal era parte fundamental de su dieta alimenticia, que se complementaba con el consumo de mariscos recogidos por las mujeres.
YAGANES: NÓMADAS FUEGUINOS DE GRUPOS PEQUEÑOS
Yagán viene del concepto “nosotros”, mientras que la palabra “yámana” viene del término usado para referirse a los hombres.
Los Yaganes habitaron las zonas costeras y marítimas de Tierra del Fuego. Su estilo de vida estaba estrechamente relacionado con el mar, y eran expertos navegantes y pescadores. Para enfrentar las gélidas aguas del sur, desarrollaron habilidades únicas, como la capacidad de nadar en aguas frías y el uso de canoas hechas de cortezas de árboles.
A pesar del frío húmedo de los territorios en los que residían, su vestimenta dejaba gran parte del cuerpo expuesto. La explicación detrás de esta aparente paradoja radicaba en su método para prevenir la saturación por humedad, la cual acelera la pérdida de calor corporal. Esto se lograba al permitir la ventilación de aquellas áreas de la piel donde la pérdida de calor es mínima.
SELKNAMS Y SU TRADICIONAL PINTURA CORPORAL
La palabra selk'nam deriva del concepto “sheq'el nam” que se traduce como los ''hijos del brazo de tierra'', y el término Ona, nombre con el cual también fueron conocidos, proviene de un término de los Yaganes, cuyo significado se refiere a su ubicación en el norte de Tierra del Fuego.
Tal vez uno de los pueblos más reconocidos culturalmente a nivel general en Chile por sus tradicionales cuerpos pintados. Esta práctica se alineaba en distintas concepciones estéticas, sociales y espirituales. Para este pueblo, la belleza representaba una posición de privilegio e indicador de buena salud, por lo que utilizaban la pintura para destacar ciertas características físicas, comunicar los distintos roles que tenían dentro de su sociedad y para practicar rituales como la ceremonia del Hain.
Los varones eran altos, musculosos, de hombros anchos y tez bronceada. Su gran condición física les permitía dedicarse con éxito a la caza. En cambio, las mujeres eran más bajas y menos atléticas, por lo que se dedicaban al cuidado de los niños y labores domésticas. Fueron el grupo más extenso de los pueblos que habitaron Tierra del Fuego.
Conoce más sobre la historia ancestral de la Patagonia, descube los secretos de los selknam, kawésqar, yaganes y aonikenk más allá de lo que conoces hoy y verás como su legado aún permanece vivo en nuestra cultura. Te invitamos a conocer la Patagonia de una forma única, en conexión con su historia ancestral. Conéctate con la esencia de la antigua Patagonia y déjate inspirar por su capacidad de adaptación y resiliencia. ¿Listo para un viaje único en el tiempo?
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